La porcelana fue un gran lujo en Europa durante siglos. Originalmente venía desde China, hasta que los alemanes lograron descrubrir el secreto de su fabricación.
Nuestro cacao porcelana, igualmente un lujo, viene del Sur del Lago de Maracaibo y sus habas blanquísimas revelan sus secretos en grandes chocolates, luego de un muy riguroso proceso de 14 pasos.
Al romperse, la porcelana deja decenas de fragmentos. Cuando nuestra porcelana se abre en chocolates sin paralelo, deja salir capa tras capa de untuosidad, aroma a bosque dulce y a dulzura densa de piñas ¿quien dijo que los tesoros son solo para guardarse?