Por siglos, el cacao más apreciado del mundo fue el mítico Caracas. Este Canoabo 70% se elabora con uno de sus descendientes directos.
Por siglos, el cacao más apreciado del mundo fue el mítico Caracas. Un fruto maravilloso que venía de las haciendas cercanas a la costa más fertile del Caribe. Por su precio, el Caracas estaba reservado a la aristocracia europea y a los obispos y cardenales que habían determinado que tomar chocolate no rompía el ayuno exigido por la iglesia católica.
El Canoabo 70% es un chocolate exquisito hecho con una de las variedades del cacao fino criollo descendiente directo del tan apreciado Caracas. Su sabor es música celestial: un concierto para la boca con notas de papelón, de crema fresca y limón francés.